Qué preguntita ésta de cómo terminar una relación.

¿Has sentido ese deseo ardiente que te rompe el alma de querer huir de tu relación pero sientes que no puedes?

¿Sientes cada día que mueres por dentro porque eres infeliz con tu pareja pero sientes que no podrías vivir sin él?

¿Qué sentimiento tan extraño no?

¡Es como si te estás ahogando pero no quieres salir del agua!

Una pesadilla que pareciera que nunca va a terminar y cada día que pasa despiertas asfixiada y sin esperanza. 

Yo también estuve así como tú y lo viví en varias relaciones.

Con la pregunta rondando en mi cabeza sin parar: ¿Dios, cómo terminar una relación?, ¿cómo terminarla y no sufrir otra vez?

Estaba asfixiado y sintiendo que nunca iba a salir de esa situación.

Y lo peor de todo… no tenía esperanzas de que pudiera ser feliz con otra persona porque siempre me iba mal…

Me daba terror el sólo hecho de pensar que tenía que rehacer mi vida“.

Es que siendo sinceros, ¿a quién le gusta “rehacer” lo que está destruido

Es como intentar pegar una taza que te han lanzado al suelo y se ha roto en mil pedazos. 

PREGUNTAS Y RESPUESTAS QUE EVITAS

¿Pero sabes qué me ayudó a salir de ese infierno y ahora tener 9 años felizmente casado con el amor de mi vida?

Pues… contestarme preguntas que ni me quería hacer y que te invito a que te hagas:

  1. ¿Le amo?
  2. ¿Me ama?
  3. ¿Me valora?
  4. ¿Me respeta?
  5. ¿Me veo el resto de mi vida viviendo con él?
  6. ¿Quiero formar una familia y tener hijos con él?
  7. ¿Me incluye en su vida cuando habla del futuro?
  8. ¿A qué le tengo miedo: a no estar con esa persona porque le amo o a quedarme sola?
  9. ¿Objetivamente qué me hace más daño, estar con él o quedarme sola?
  10. ¿Quiero seguir con él porque le amo o por no salir de mi zona de confort pese a este círculo vicioso que me daña tanto?

A veces por no querer responderlas te quedas enganchada en la pregunta de cómo terminar una relación.

Y respondiéndome éstas y más preguntas (claro, en mi caso cambiando “él” por “ella” jejeje), fue como llegué a la conclusión de que tenía que terminar esas relaciones.

Pero apenas en la última relación que terminé, pasó algo muy curioso.

SUFRIR PARA SUFRIR

Entendí que había cambiado un sufrimiento por otro.

Es decir, cambié el sufrimiento que vivía como consecuencia de los problemas que tenía con esa persona por el sufrimiento de estar solo.

¿No parece que tenga sentido verdad?

¿Para qué cambiar el sufrimiento de estar con esa persona por el sufrimiento de estar ahora sin ella?

Pues, resulta que luego entendí que el sufrimiento de estar con esa persona me llevaría a más y más sufrimiento.

No sólo sufría yo sino ella también.

Y las proyecciones eran que cada vez sería peor porque cada año sufríamos más.

En cambio, este sufrimiento de estar solo, sobretodo la última vez, me llevó a emprender un camino de trabajar en mi mismo, de amarme, valorarme y respetarme más.

Un camino que me llevaría poco a poco a sentirme bien estando solo.

A disfrutar de mi propia compañía.

A definir mis prioridades, tenerlas bien claras y defenderlas.

Camino que me llevó a entender qué tipo de persona era.

A preguntarme de una vez por todas cuál era el tipo de pareja que quería tener a mi lado que me amase y a quien yo pudiera amar sin reservas.

EL PODER DE ENFOCARTE

Y cuando esto ocurre te mantienes súper enfocada.

Al punto que obvias las demás tentaciones.

No te distraes con otras personas que sabes que no son el tipo de pareja que buscas.

Te enfocas tanto, que cuando te topas con tu pareja ideal te reconoce casi de inmediato y tú a él.

Así me pasó cuando conocí a mi esposa Ysabel quien es una bendición en mi vida.

Hago un paréntesis aquí:

Jamás podrás reconocer lo que no sabes que estás buscando, por eso, define a tu hombre ideal“. 

Continuamos…

Estás tan clara de lo que estás haciendo que la ansiedad deja de formar parte de ti.

Ahora eres tú quien evalúa si quien está frente a ti verdaderamente te merece o no, al mismo tiempo que trabajas en hacerte merecedora de esa persona.

CUANDO SABES LO QUE BUSCAS

Eres tú quien observa, quien escucha. 

Analizas las cosas con la objetividad que viene desde tu razón y tu corazón.

Tienes tal control que al reconocer que estás frente a tu pareja ideal, actúas diferente y siendo tú.

Aprendes a tratarla con cuidado, con respeto, con humildad.

Con total autenticidad sin aplicar estrategias de juego para conquistar o para hacerte la importante.

Y esto ocurre porque todo comienza a salir de ti desde tu amor propio, con humildad.

Sale desde lo que te valoras y desde lo que te respetas.

Te das cuenta que has evolucionado y que como consecuencia has encontrado a otro tipo persona en tu vida, distinta a todas las de tu pasado.

Alguien por quien por fin vale la pena apostarlo todo.

AMAR EN LIBERTAD

Una persona con quien por fin puedes AMAR EN LIBERTAD.

Sé que cuando se está en la situación dolorosa por la que quizás estés pasando, parece imposible que podrás llegar a ese puerto, a ese “amar en libertad”.

Sin embargo, ¿sabes qué es lo que te distancia de poder lograrlo a quedarte viviendo en el mismo sufrimiento?

¡Lo que decidas hoy en vez de quedarte pensando en cómo terminar una relación!

Es ir a la acción.

Si te quedas donde estás, salvo que objetivamente tu relación actual tenga solución, no podrás amar en libertad. Eso lo tienes garantizado.

Pero, si tomas la decisión de creer que para ti también puede ser posible ser feliz… mi preciosa… desde el fondo de mi corazón te digo que te abrirías a la única y verdadera esperanza de que sí lo podrás alcanzar y lograr.

Aquí te dejo estos TRES VIDEOS donde te explico CÓMO SABER SI DEBES TERMINAR UNA RELACIÓN, según las siguientes situaciones:

  1. Cuando eres tú quien NO AMA a tu pareja: HAZ CLIC AQUÍ PARA VERLO.
  2. Cuando eres tú quien SÍ AMA pero tu pareja no te ama: HAZ CLIC PARA VERLO.
  3. Cuando AMBOS SE AMAN. HAZ CLIC PARA VERLO.
  4. Lee también mi post: LOS HOMBRES TIENEN LA CULPA.

Besitos,

Carlos Camarinha

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